jueves, 9 de abril de 2015

Si su hijo es un rebelde ¡mátelo!




Afortunadamente y para el desarrollo de las libertades humanas, hoy estamos protegidos por una serie de tratados internacionales que defienden los Derechos Humanos y que obligan al Estado a respetar el hecho de abstenerse de hacer cualquier cosa que afecte alguno de los valores protegidos y de garantizar  las medidas necesarias para resguardarlos. Y digo afortunadamente porque no me imagino mi vida sin la libertad de expresión, de movimiento o de opinión (la cual practico libremente a través de este blog y mi vida diaria). 

Suelo respetar mucho a Dios y a su palabra, pues vengo de una familia cristiana con padres pastores, aunque últimamente he estado pensando en la relación que podría tener el desarrollo de la ley de la biblia en tiempos modernos como en el que estamos usted y yo ahora, entonces hice un análisis reflexivo que por razones obvias solo pasa en un mundo posible que está en mi cabeza y que quiero compartir con ustedes a través de tres situaciones paralelas particulares.  

1. Según Deuteronomio 21: 10-14,  la guerra entre enemigos le dará la posibilidad al vencedor de poner en cautiverio a cualquiera de sus discrepantes – o todos-, y si entre ellos hay una mujer puede tomarla como suya hasta que se canse de ella en sí. Según la ONU “nadie estará sometido a esclavitud ni a servi­dumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas” y es uno de los derechos protegidos. Todos los seres humanos tienen un derecho civil de conciencia y están dotados de razón, por lo que no deben preocuparse niñas, ¡nadie las puede obligar a casarse!

2. Éxodo 18: 21-22 narra una ordenanza que se le da a Moisés para que él, a dedo (o por inspiración divina) escoja a los líderes y jueces del pueblo para dirigirlos en su camino espiritual, político, económico, etcétera. El Pacto de los Derechos Civiles y Políticos dice que todos los humanos poseen el derecho a  postular y votar a cargos públicos, por lo que en una democracia es obligación el consenso para ocupar los honores. Sienta culpa porque si usted votó por Samuel Moreno también tuvo que ver con el robo a Bogotá.

3. Regresando a Deuteronomio 21: 18-2, los niños rebeldes que no obedezcan a sus padres deberán ser sacados por su madre y su padre a la puerta del lugar donde viva y toda la ciudad lo apedreará hasta morir, así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.

¡Tremenda cosa! porque hoy día no existe el niño modelo que cumpla con la expectativa tan perfecta que la biblia sugiere, dichosamente los derechos de los niños son inviolables y la vida se tiene que respetar por encima de cualquier cosa. Si usted es niño rebelde, reflexione, tiene todo el tiempo del mundo para cambiar y dejar de darle dolores de cabeza a sus viejos. Y si usted es padre o madre, ni siquiera lo piense; por más libertad de expresión que considere poseer, si hace algo similar, sería un delito de homicidio y estaría sembrando también pánico público, lo que es delito.
 
No pretendo ofender nadie, pero si quiero hacerles una invitación para reflexionar. Si Dios es el mismo ayer, hoy y siempre (inmutable) ¿este tipo de leyes deberían estar vigentes hoy en día? ¿En verdad había tanta crueldad en el Antiguo Testamento?.

¡Gracias a Dios por los Derechos Humanos!


Por: David Parrado