Tess Munster, Jennifer Barreto
Leyva y Ashley Graham se atrevieron a modelar sin tener medidas perfectas. ¿Es
ésta una nueva definición de belleza?
Las top models del mundo siempre han sido
clasificadas con parámetros que para las mujeres “de a pie” han sido difíciles
de alcanzar; esto sumado a los estereotipos que venden los medios de
comunicación y el engaño del Photoshop, pareciera que por obligar a cumplir
estos cánones de belleza para ser aceptadas por la sociedad.
Fruto de estas exigencias, el mercado de productos
dietéticos, fajas reductoras y máquinas que mágicamente moldean la figura se
han beneficiado económicamente de las inseguridades. Las mujeres que aparecen
en televisión, las que desfilan y hasta las secretarias siguen estos modelos,
esto, a pesar de que la tercera parte de la población mundial sufre de
sobrepeso, según la Organización Mundial de la salud (OMS).
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Tess Munster, modelo influyente de tallas grandes. |
Como una “diatriba” a estas imposiciones sociales, aparecen
modelos que están lejos de usar la ropa que se pone Naomi Campbell, luchando en
el campo del modelaje profesional, el mismo que muchas veces rechazó a mujeres de
la talla de Sara Uribe. Son todas unas revolucionarias de la belleza, para
empezar, quiero contarles sobre Tess Munster, nacida en Missisippi (Estados
Unidos), quien es un ejemplo de superación, a pesar de sufrir bullying en el
colegio, siempre quiso algo diferente a la vida que le ofrecía su pequeño
pueblo; así que a los quince años se presentó a un casting para modelos XL,
luego se convirtió en makeup artist, y ya a sus 24 años empezó a dedicarse de
lleno al modelaje XL. En el año 2013, la revista Vogue (Italia) en su versión Curvy, la eligió como una de las 6
modelos talla grande con más influencia. Por eso, decidió crear una campaña en redes
sociales con la etiqueta #effyourbeautystandards (#fuera los cánones de belleza) tuvo un gran apoyo a nivel mundial, muchas
personas subieron fotografías mostrando defectos físicos.
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Jennifer Barreto, en Vogue Curvy (Italia) |
Por el lado de Latinoamérica, encontramos a Jennifer
Barreto, venezolana, abogada, periodista, y representante de la mujer talla
grande, desde 1997 se dedicó a darle fuerza al modelaje “plus size”, lo que la llevó a ser la primera mujer latina
en aparecer en Vogue Curvy. Tiene su propio medio de comunicación en el que publica
modelos con “belleza real”. A pesar de
crecer en un país con altos estándares de belleza para las mujeres, con cirugías al orden del día y grandes triunfos
en el concurso Miss Universo, Jennifer propone a las mujeres una “rebelión” de
tallas y amor por la diferencia.
De nuevo, otra mujer estadounidense Ashley Graham,
conocida por ser la primera modelo con medidas “grandes” que apareció en la
portada de Revista Sport Illustrated, nacida en Lincoln, Nebraska, fue
descubierta a los doce años en un centro comercial; desde entonces su carrera se
ha elevado al punto de ser un referente
de opinión del modelaje XL.
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Ashley Graham en la revista Sport Illustrated. |
Ha protagonizado campañas para las marcas: Levi’s,
Old Navy, Simply me, entre otras. Recientemente participó en la campaña
#Iamnotangel que rechazaba las exigencias de mujeres “perfectas” en el mundo
del modelaje.
El mundo se ha cansado de ser homogéneo, no todas pueden
alcanzar una talla 6, ellas son la prueba de que la sensualidad no puede ser
limitada por una medida, todas tienen en su cabello, labios, ojos y sonrisa, la
oportunidad de brillar y ser amadas.
¿Y tú quieres seguir los cánones de belleza? o ¿hacer de tu talla una revolución de la belleza femenina?
Por: Amira Villalba
@Amiradoxa
Definitivamente la industria y la sociedad como tal nos lleva siempre a esos modelos de "belleza" de las mujeres delgadas. Admiro a estas modelos de tallas grandes, son la muestra de que la belleza no es el cuerpo. Creo que todas debemos sentirnos bellas como somos, porque lo somos. Cada una tiene aspectos que otra no tiene y tratar de parecer todas iguales es desgastante y perjudicial para la sociedad. ¿Por qué debemos ser iguales si cada una tiene un objetivo de vida diferente? ¿Acaso cuando estemos muertos nos servirá de algo tener un cuerpo con curvas marcadas o piel bronceada? ¿Nos sirve de algo en vida? quizá si, para lucir, para ser llamativas o para hacernos notar, pero ¿Qué objetivo tiene? Deberíamos ser todas como queramos ser, como estemos cómodas, de todas maneras para hacernos notar, para desarrollar lo que deseamos o para que alguien note nuestra existencia no necesitamos tener sino carisma y eso el cuerpo no lo muestra.
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