martes, 12 de mayo de 2015

El jaque mate de los Maestros

El manejo inadecuado por parte de Fecode y los medios de comunicación ha generado una inconformidad colectiva dentro del gremio docente, haciendo débil al sindicato nacional de maestros que, desde hace más de una década no presentaba contundencia y fortaleza.



La realización de marchas, plantones y paro de actividades se ha convertido en una de las pocas estrategias que tienen diferentes grupos sociales y trabajadores para crear un puente de comunicación entre sus representantes y el Gobierno Nacional, con el fin de ser escuchadas sus preocupaciones, sus malas condiciones laborales, o simplemente y aunque no debería ser correcto, pero muy común, la solicitud al cumplimiento de parte de sus derechos, que por el hecho de ser ciudadanos colombianos hemos heredado, fruto de la lucha por años de héroes en el transcurso de la sangrienta historia de nuestro país.

Los educadores a nivel nacional emprendieron de manera pacífica una batalla a través de un paro de actividades, con la movilización por las calles como su única herramienta, esperando ser escuchada una realidad, que si bien es cierto, las malas condiciones laborales y una salud deficiente, es el común denominador de muchos ciudadanos a nivel nacional y para el caso de los Maestros, afecta de manera directa en la calidad de la educación.

El magisterio colombiano dio un ejemplo de unión y fortaleza en las calles de las principales ciudades del país, desde hace mucho tiempo no se apreciaba de manera masiva la numerosa participación de los docentes que lograron captar la atención de los medios de comunicación. Por primera vez, hubo preocupación por indagar las condiciones laborales de los Educadores en Colombia, sin duda, la ganancia de este proceso de movilización fue la visibilidad y comprensión por parte de los ciudadanos de lo difícil que suele ser en Colombia y América Latina ejercer la profesión docente, en una parte del continente en la cual, la inversión para la guerra resulta mayor que la educación.

El acuerdo no generó agrado para los maestros, la esperanza de sus marchas terminó en inconformismo, gracias a los acuerdos finales entre sus representantes y el gobierno nacional. Un 12% de nivelación salarial dividido en 6 años y el cambio de la evaluación escrita para ascenso en el escalafón docente, por una evaluación diagnostica realizada por un equipo interdisciplinar, dónde los criterios para su ejecución al momento de realizar el acuerdo no quedaron estipulados, dejando en mano al Estado poner las normas e incrementando el temor de los maestros que aspiran elevar su salario, hacen parte de los puntos álgidos.

Sin duda, las partes tendrían que coincidir en acuerdos para levantar el paro, lo más seguro es que la negociación no solucione las problemáticas del magisterio de raíz; lejos estamos que el Estado establezca un salario coherente al nivel de importancia social que significa la labor docente, a kilómetros de lograr la prestación de un servicio de salud pertinente y conservador del derecho a la vida, hay que reconocer con dolor, que es pésimo para la mayoría de maestros, Ingenieros, pensionados, y todos los gremios trabajadores a nivel nacional.

Tampoco será pronto el día que el estado y la sociedad reconozca que la educación es la única herramienta que tenemos para alcanzar todos los anhelos individuales y sociales, el mecanismo más seguro y letal para lograr la paz en un país lleno de conflicto, y lo más importante, su calidad se alcanza cuando se entienda la importancia de la familia como la primera escuela de todo ser humano, como el único lugar para la formación en valores y hábitos de estudio y se deje de concebir el colegio como el único responsable de la formación de un estudiante, porque hemos llegado al extremo de encontrar familias que dimensionan el aula de clase como una guardería donde se cuidan niños, mientras tienen que trabajar largas jornadas para poder vivir, aliados con un estado que ampliando la cobertura logra aglomerar de 40 a 50 estudiantes en un aula por docente.

Sin duda los Maestros viven en “Jaque Mate permanente” luchando contra un sistema educativo que está diseñado para conservar los altos niveles de mediocridad nacional, un país donde el único responsable de formar nuevas generaciones, es el docente.

Por: Lewman Carrillo
@lewmancarrillo



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