
Hace menos de dos meses el país conoció la existencia del reinado Miss Tanguita, en Barbosa - Santander, evento que reúne un grupo de niñas, todas autorizadas por sus padres para participar en la elección de la reina más joven de la región.
El evento
cuenta con años de tradición y la aprobación de gran parte de la comunidad de
Barbosa, incluso obtuvo el aval de la alcaldía y de la misma dirección regional
del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, aunque este último insista en
que no se tenía conocimiento de él y se muestre indignado a través de su
directora Cristina Plazas, quien trinó en Twitter amenazas de investigación en
contra de los organizadores. El inicio de la polémica.
Los medios de
comunicación registraron la noticia y los defensores de los derechos de los
niños se hicieron sentir; no fue sino cuestión de horas para que dijeran que se
estaban violando una serie de condiciones de las pequeñas haciéndolas
partícipes de un evento que estereotipaba y denigraba la imagen de la mujer en
general. El hashtag #MissTanguita fue tendencia nacional y la
opinión pública no paró de moverse. Al final de día no hubo sanciones en contra
de nadie y el río de críticas regresó a su cauce.
Paradójicamente,
días después, Paulina Vega fue elegida como Miss Universo, todo fue fiesta en
el país del ‘sagrado corazón’.
¿A caso tener
la mayoría de edad blinda a las mujeres contra los estereotipos como es el caso
de Paulina?. Si el evento no se hubiera llamado Miss Tanguita sino Miss
Princesa, ¿la polémica desatada hubiera sido la misma?, ¿los derechos de los
niños no se vulneran también cuando usted le compra el dulce al menor del bus y
no denuncia los hechos de trabajo infantil ante ninguna autoridad?. Cosas
importantes señores. Doble moral.