
Las cifras son escandalosas, 2 de cada
10 niñas están o han estado embarazadas. Así lo dijo la Universidad de la
Sabana.
Antes que nada, la vida de cualquier ser
humano es motivo de celebración, es gozo, porque una personita que nace es un
alma más que puede contribuir a la humanidad; sin embargo difiero en pensar que
ser madre podrá permitir a una mujer seguir adelante, porque siempre en alguna
medida, sus sueños tendrán que esperar, y las prioridades van a cambiar.
Por si acaso, eso no es suficiente,
piensen en las mujeres y niñas, que mueren por practicarse abortos en sitios
clandestinos, con mínimas normas de higiene, ellas quienes mueren desangradas,
las que se envenenan con restos de su bebé adentro, tomaron una decisión porque
un bebé llegó en mal momento. ¿No querer ser madres nos da el derecho a
condenarlas a morir?.
Ser madre es una profesión de tiempo
completo y es además cruel. Cruel porque es un proceso hermoso, pero que trae
consigo dolor, heridas y cicatrices. Son nueve meses en donde la mujer soporta
mareos, náuseas, vómitos y más. Ni hablar de la cara lavada, y de las pocas
opciones para vestirse.
Al tener a su bebé, la mujer experimenta
un dolor abismal conocido como contracciones, luego el parto, la placenta y por
si acaso no fue natural, le harán cesárea, aunque la medicina ha avanzado
mucho, puede que la mujer necesite unas “puntadas” allá abajo, si, allá mismo.
Después, además de sentir que le ha
pasado una tracto mula encima, su bebé llorará porque si y porque no, además
sentirán un dolor absurdo en los pezones cuando experimenten “la magia de la
lactancia”, lo que incluye, ardor, sangre y costras, (tranquilas para cuando
haya costra, quiere decir que ya no dolerá más).
Si su bebé tiene menos de dos meses,
quizá se despierte en medio de la noche a llorar, porque se está adecuando al
mundo nuevo que habita. Así que no podrán dormir bien, ni siquiera en la dieta,
a menos que el papá sea considerado y las reemplace siempre.
A pesar, de pasar por todo esto, se
sigue hablando de la maternidad como algo mágico y bla bla bla, pero no nos
digamos mentiras, es también una forma de estancarse en la vida, de conocer
menos hombres, menos discotecas, de tener menos viajes, menos dinero, menos
tiempo para formarse, ser profesionales, menos oportunidades laborales, y sobre
todo menos libertad.
Una mujer soltera puede ir a
embriagarse, leer, o irse a otra ciudad, una con un bebé no. Y con las cifras
que publicó la Sabana, hay que sincerarse, tan solo el 2% de los hombres se
hace cargo de los bebés y son responsables, así que hay una gran probabilidad
de ser madres solteras.
Así como la vida del feto es muy, muy
importante, también lo son las de ustedes mujeres, así como abortar no es un
juego ni un método anticonceptivo, sus vidas tampoco lo son,. Todas, óigase bien,
todas tenemos grandes talentos y merecemos empleos de gran talante; que ser
madres no trunque sus proyectos de vida.
Así que, si un hombre, congresista,
rico, sigue pensando que la mejor opción para una niña sin academia (ni
siquiera bachiller), es hacerse cargo de un hijo, me parece que debería
reflexionar, porque estos casos, de niñas que no tienen para nada un futuro,
para ellas, sí que estaría cool un aborto.
Y si, lo digo en esta forma relajada y
abierta, porque honestamente, ¿qué puede enseñarle una niña de 13 años a
su bebé?, sí, claro que una madre se hace al serlo, que aprende con su hijo,
pero es que ser mamá a edades tan tempranas solo hace que la pobreza sea una
historia de nunca acabar.
El aborto significa poder de decisión de
las mujeres, y podría ser en muchos casos una nueva oportunidad. Para soñar,
para experimentar, para vivir, para poder tomar del mundo cosas buenas y malas,
para que el día que su panza se hinche, sea una decisión tomada, firme, planificada
y podrá ser también un bebé que, será amado, ¿por qué? Porque fue
deseado.
Por: Amira Villalba
@Amiradoxa